Agregar colores a tu plato es como si estuvieras comiendo un arcoíris. Las verduras de hoja verde oscura, las naranjas y los tomates—incluso las hierbas frescas—están llenos de vitaminas, fibra y minerales, pimientos, brócoli o cebollas aumenta el color y los nutrientes a nuestro plato.
Es recomendable
• Resaltar la importancia de las frutas, las verduras, los cereales integrales, la leche y los productos lácteos sin grasa o bajos en grasa
• Incluir una variedad de alimentos con proteínas como mariscos, carnes magras, huevos, legumbres (frijoles y guisantes), productos de soya, nueces y semillas
• Ingerir poca cantidad de grasas saturadas, grasas trans, colesterol, sal (sodio) y azúcares agregados
• Mantenerse dentro de sus necesidades calóricas diarias
La buena alimentación es una forma excelente de ayudar a tu cuerpo a mantenerse fuerte y saludable. Lo que comes influye en tu sistema inmunológico, tu estado de ánimo y tu nivel de energía.
1. Toma suficiente agua
Todas las células del cuerpo necesitan de agua para funcionar, por eso es esencial ingerir suficiente. Una adecuada hidratación te puede ayudar a mejorar tu digestión, la función de tus riñones y lucir una piel más hidratada.
2. Come una porción de grasas saludables cada día
Las grasas son esenciales para formar las membranas celulares, absorber vitaminas (A, D, E y K), obtener energía y formar hormonas (cortisol). Además, consumir grasas saludables monoinsaturadas y poliinsaturadas contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares
• Consume pescados grasos como el atún 1 o 2 veces por semana.
• Come una porción de frutos secos como merienda.
• Cambia la mantequilla por aceite de oliva.
3. Nunca te olvides de la fibra
La fibra puede ayudarte a mantener la salud de tu sistema digestivo y controlar los niveles de colesterol y azúcar en sangre. Las mujeres necesitan consumir de 21 a 25 gramos de fibra a diario y los hombres de 30 a 38 gramos diarios .
Para agregar más fibra a tu dieta puedes:
• Prefierir el pan, arroz, pasta y harinas integrales.
• Comer 5 o más porciones de frutas y verduras al día.
• Agregar legumbres a tus platos.
4. Complementa tu nutrición con actividad física
Esto te ayuda a:
• Fortalecer los músculos y articulaciones.
• Mejorar la función de tu corazón.
• Liberar el estrés.
• Activar la circulación sanguínea.
La OMS recomienda practicar 150 minutos de ejercicio físico cada semana. Es decir, 30 minutos diarios por 5 días a la semana. Puedes hacer una caminata rápida, bailar, nadar, ir al gimnasio
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